Acabo de hacer limpieza de papeles, temas y apuntes. Y he ordenado todo el material nuevo que tengo desde hace un mes. Creo que he adelgazado. Mentira, porque acabo de zamparme (y no comerme) un bocadillo XXL de Nutella.
Hace un mes que llegué a Barcelona, y estoy contento porque estoy pillando el ritmo correcto, aunque ahora, después de tener enfrente de mí la cantidad real de cosas que tengo que hacer antes de Navidad, tendré que cumplir los horarios estrictamente, con lo mal que se me da a mí eso. No me importa, aunque lo siento por vosotros, porque las entradas del blog serán menos "sociales" y, de repente, para llenar espacio, compartiré con vosotros mis recetas de cocina. También puedo poner ejemplos de casos prácticos, pero entonces me quedaré más solo de lo que estoy ahora.
Ayer, también después de un mes, hablé con Víctor, que sigue en Madrid y dice que le va fenomenal. Y después hablé con Samantha que sigue atrapada en Valencia hasta que consiga alquilar o vender su piso, e irse a Marruecos con su nuevo novio. También hablé con mi hermana que se va este finde a casa de mis padres, y no sabía que ponerse para la boda que tiene el sábado.
Al ver lo que estoy escribiendo, creo que me conviene empezar una tórrida historia de amor, con alguien que no me importe. Algo en plan egoísta y con mucho sexo. Alguien con quien no me guste bailar, y así no tener que salir de casa, para levantarme pronto e irme a la biblio, con lo mal que se me da a mí eso. Si lo consigo, tendré dos hábitos nuevos en mi vida: una relación-tortura y cumplir los horarios estrictamente. Vaya plan. Menos mal que he hecho limpieza y eso siempre provoca que pasen cosas nuevas e inesperadas.
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3 comentarios:
desde cuándo una relación-tortura es un nuevo hábito?
a no ser q quieras decir relación menos(-) tortura = nuevo hábito...
:)
ah! soy pepa
:)
la novedad no es la palabra tortura, es la palabra relación ;-)
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