He vuelto a ir cada día a la Biblioteca Nacional de Catalunya para estudiar. Mañana tengo mi primer control en la academia. Ayer, cuando salí de la biblio, me pasé por la casa de Carlitos y Patricia a recoger la súper olla roja con la que había cocinado las lentejas nottinhilleras el pasado julio. Me hizo mucha ilusión verlos a todos tan sexy y tan simpáticos. También estaba Kate, que es la perrita perfecta, la madre de mi futuro mejor-amigo.
Hoy, cuando he salido de la biblio, me he vuelto directo a casa muerto de hambre. He atravesado la Boquería y pensaba que me comía al primer turista monín, porque estudiar Administrativo me pone canino. Cuando he llegado a casa, Oriol estaba cocinando algo en la súper olla roja. Era crema de calabaza. Me la he comido muy agusto, y luego he visto un ratito la tele a ver si me entraba el sueño, pero he tenido la terrible idea que la crema de calabaza podía ser premonitoria del resultado del test de mañana, así que me voy a poner a estudiar otro ratito, hasta que venga Nuria a buscarme para cenar. Hoy celebramos que la han admitido en una súper escuela de realización en Londres. Adoro que la gente consiga lo que se propone.
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