Club Sandwich

Hace un mes que no escribo, y durante ese tiempo he estudiado mucho, aunque tengo la sensación de que no lo he hecho apenas. También he engordado un montón, aunque tengo la sensación de que no he comido apenas.

Estas semanas las he pasado en San Gerardo con mis padres. Sólo apuntes, tele, horchata, empanadillas de tomate, footing y piscina. También he estado una semana en Dublin donde no he bebido tanta Guiness como me hubiera gustado, pero he comido todos los mediodías en el parque con la comida "ready to go" de M&S, que es mi supermercado favorito del mundo.

Desde que he llegado a Barcelona mi ritmo se ha desordenado, he empezado a estudiar derecho estatutario, y he comido en un japonés, un fastfood, y he comprado en el opencor, que no es para nada, ni se le acerca si quiera a mi supermercado favorito del mundo, pero es el que tengo al lado de casa y abre hasta las dos de la madrugada, eso, hay que admitrlo, es un plus. 

Ahora estoy en casa de Noelia, más allá de Montserrat, y creo que todo el desorden de estos días se ha debido a la humedad y el bochorno de Barcelona. Aquí, en cambio, acabo de estar un rato en la piscina, y luego, con los sobrios de 3 y 4 años de Noelia, me he comido un club sandwich y unas galletas con nocilla. Tengo la sensación de que mi vida acaba de recuperar el ritmo tras el descompás de Barcelona. Definitivamente este verano hay algo que ha cambiado.