Cuando empecé este blog pensaba que lo difícil sería hablar de lo que estudio, y no de lo que como, porque comer, como todos los días, y estudiar, hay algunos días que no. Mentira. Aunque casi nunca hablo de lo que estudio, sólo me apetece escribir cuando he estudiado, y las dos últimas semanas no lo he hecho.O sea, que mi blog también se podría llamar "estudio luego escribo".
Hoy, después de haber estado dos días con algunas décimas de fiebre y sin poder hablar, me he despertado, me he duchado, he salido al salón y he abierto la ventana. He visto que Oriol me había dejado algo al lado del teclado. He llamado a Noelia y me he reído un rato sobre la última de Lázaro. Luego he hablado con Belén, y me he reído otro rato (pero de otra cosa), y he quedado para comer con ella una sopa de udon en el japonés de Córcega con Enric Granados. Después del corte de digestión, y también de la gripe, parece que ya estoy bien, y que YA no hay excusa para seguir con mi vida normal.
Hay días, como hoy, que no pasa absolutamente nada, que no tienes nada nuevo que contar. Estos días me encantan.
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