Huevos Estrellados

Llevo cuatro días en mi mundo. Sin escribir. Estudiando poco. Durmiendo un montón. Ha llegado el otoño, y como los osos, igual de gordo que ellos, me ha dado por bajar el ritmo y empezar a invernar, verbo que se parece muchísimo a inventar, y no sé si tendrán algo que ver.

En fin, que desde el jueves por la mañana han pasado unas cuantas cosas. Estuve todo el día estudiando Derecho Administrativo, que me encanta pero se me resiste. Por la tarde, en casa, me llamó mi ex novia de hace diez años, que ahora vive en Budapest, y con la que hacía tres años que no hablaba. Me dijo que la anoche anterior había soñado conmigo, y que en el sueño conducía. Me reí muchísimo.Después quedé a cenar con mis amigos, y nos dio por los huevos estrellados. Tanto, que fui a bailar al Lotus, y allí conocí a un diseñador madrileño, y acabé en su hotel, estrellado.

Ya era viernes. A las doce del medio día, cruzando el lobby del hotel, decidí tomarme el día libre y desaparecer. Fui a dar una vuelta y me encontré con la gente más bizarra. Cuando llegué a casa enchufé el móvil y tenía un mensaje en el que me ofrecían participar en una peli. Otra. Me leí el libro del niño con el pijama de rayas y me fui a dormir muy sensiblón.

Por fin sábado. Cuando salí de mi cuarto había un montón de luz y hacía frío porque las ventanas habían quedado abiertas. Me puse un jersey de lana gris y fui feliz. Antes de planear el día, me conecté a internet y descubrí que la CBS había estrenado una nueva serie, The Ex List. Una vidente le dice a una chica que si no se casa dentro de un año acabará sola. Lo mejor es que esa chica ya ha conocido al hombre de su vida porque es un ex. El problema es que ella es como yo, que además de consultar videntes, tiene muchos exes. Yo, por si acaso, hasta que no me presente a las opos no pienso visitar a ningún vidente, y a los exes los tendré en una distancia prudencial, que los míos son muy complicados. Todos menos Sara, que sueña conmigo conduciendo Mercedes.