La semana pasada, después de los buñuelos de Noelia, comí en el Ponsa, y también en un thai que estaba en el Born, y estuve en una fiesta de despedida, y en la de fin de rodaje, y me encontré con un montón de gente, y conocí a otro tanto, y acabé desayunando en Mauri justo antes de acudir a la comida cumpleaños de Eva, para luego por la noche ir a la fiesta de despedida de Miqui. Miqui se quedó a dormir en casa y trajo una súper macedonia que ha durado hasta esta tarde, justo antes de mi clase semanal. Ha sido una semana de evasión, creo que poco merecida, pero no podía hacer otra cosa. O sí; eso lo sabré esta semana próxima.
Acabo de volver de clase. He estado un poco perdido, y me asusta no llegar a tiempo. En cualquier caso, veo a mis compañeros un poco despreocupados, y supongo a que ese es el efecto que provoca la monotonía, como un cierto aire de indolencia. Ahora tengo una cita, y como dice mi amigo Javi, estoy en plan Drew Barrimore, todo lo contrario de indolente o despreocupado. Soy un exagerado, y he visto todas las pelis de Drew, y alguna que otra más...
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