Ayer tuve clase y la profesora me inspiró un montón. Era justo la clase de persona con la que me encantaría irme de viaje, o al cine, trabajar con ella en el mismo departamento. Llevaba tejanos gastaditos, camiseta con mensaje y jersei de lana, zapatos buenos pero no de esta temporada, y un pañuelo largo al cuello muy bonito. No me fijé si llevaba Rolex, ¡pero seguro que sí! Y hablaba sin gritar, y cuando no sabía algo, se lo apuntaba y te respondía después del descanso, y nos decía qué leyes eran interesantes y cuales no, vamos, una persona normal y corriente, un encanto, con ese sentido de la humildad que te da ser bueno en lo que haces y además saber que hay todo un mundo ahí afuera. Cuando sea funcionario seré como ella ;-)
Esta mañana me han llamado la atención en la biblio porque se oía la música de mis auriculares, y he reaccionado justo como pienso hubiera reaccionado ella, disculpándome enseguida, sin prestarle más atención al asunt y con una sonrisa (ahora que lo pienso mi padre hubiera hecho lo mismo, y mucha más gente que conozco, pero otro tanto de gente no, no es tan fácil). Ella es mi Obama de esta semana. Con este mismo talante, después de comer me he ido al Mercadona del Drugstore a comprar unos donuts congelados, que están buenísimos y no son nada caros, para el desayuno de mi cumpleaños. He comprado 40. Y además he descubierto que se puede pagar en casa ( y con tarjeta!) y no es necesario pasar cada artículo por caja. Mercadona me encanta, igual que a mi madre y a mi amigo Javi, los dos tan valencianos.
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